Uno de los organismos recurrentes para tomar el pulso a la salud de la población del planeta es la OMS (Organización Mundial de la Salud). Para la redacción de muchos de nuestros artículos sobre desigualdad en salud hemos recurrido a sus publicaciones una y otra vez. En el imaginario colectivo, los organismos internacionales tienen una connotación de neutralidad y de buscar el bien común porque están participados por gobiernos de colores muy diversos. Se trata de una creencia reforzada por los grandes medios de comunicación. ¿Pero hasta qué punto es cierta esta afirmación?
En el nuevo artículo que publicamos hoy en el blog «La Peor Epidemia» en Sentit Crític, nos adentramos en este organismo para saber quién marca sus políticas y el peso creciente que tienen las empresas y fundaciones privadas.
Escrito por la periodista Laia Altarriba, con el asesoramiento de Joan Benach de Greds-Emcomet, en el marco de nuestra campaña «Salud, derechos, acción».
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