Janeth Ropi:“Un día mis padres me dijeron: ‘Te vamos a mutilar para que puedas conseguir un marido”
Aisha Ismail: “Quien salva a una niña de la ablación, salva a una generación”
Waris Dirie:“El dolor (entre mis piernas) era tan intenso que deseé morir”
Inna Modja,cantante de Mali: “A los 18 años,cuando un ginecólogo me dijo que había sido víctima de mutilación genital, fue como una ducha fría. Durante años llevé esa herida conmigo en silencio hasta que, a los 22 años, descubrí que se podía reparar”.
Cada vez es más grande el ejército de mujeres que alza su voz para alertar y aleccionar a las más de tres millones de niñas en riesgo de padecer la Mutilación Genital Femenina (MGF) según la ONU. Pero La lucha contra la mutilación genital femenina es compleja y tendría que adaptarse a la diversidad de los contextos y de las culturas.
Mutilación Genital Femenina y Matrimonios infantiles
En los países de origen son prácticas generalizadas en sociedades donde las mujeres son totalmente dependientes. El factor pobreza influye de forma concluyente porque ven a las niñas como moneda de cambio. “En el momento en que se las circuncida, ya están preparadas para entrar en el mundo adulto y se las puede casar. Es cuando aparece el marido con la dote: dinero, una vaca, etc.
Esto nos lleva a afirmar que si se suprimiese definitivamente la Mutilación Genital Femenina, se reducirían drásticamente los matrimonios infantiles: una cosa lleva a la otra”, según Sebastian H.Okiring, diputado de la región de Kuria en Kenia. La cosificación de la mujer sobre todo en sociedades sin recursos hace de esta práctica su acceso a la sociedad de adultos para poder intercambiarla por la dote.
Empoderamiento de la mujer para salvarla de la mutilación
Dar educación y trabajo a las mujeres es la solución para dotarlas de independencia. Se ha demostrado que el empoderamiento de la mujer a través de la escolarización o cursos en pequeñas poblaciones a través de matronas o personal sanitario contribuye a reducir el riesgo de cortes genitales, y a destruir falsas creencias tradicionales y locales con respecto a la MGF.
En este sentido medicusmundi publicó una guía sobre educación en temas de salud sexual y reproductiva “Genre et Santé Sexuelle et Reproductive” dirigida al profesorado de escuelas de formación de matronas en países africanos francófonos, elaborada por las expertas en Salud Sexual y Reproductiva en España y Burkina, Dña. Africa Caño Aguilar y Dña. Casilda Velasco Juez. Se trata de una herramienta de formación y capacitación pedagógica, con una metodología práctica y participativa, dirigida al personal de formación sanitaria con el fin de garantizar una formación integral en salud de las mujeres con un enfoque específico en género y derechos, y adaptada a su propia realidad social y sanitaria.
Avances legislativos en África sobre la MGF
La gran esperanza sigue siendo un avance paulatino sobre legislación en países africanos. El último país en sumarse ha sido Liberia, aunque por desgracia las leyes ejecutivas tienen una validez de sólo un año, por ello los activistas presionarán al presidente George Weah a lo largo de este año para que la ley sea permanente.
Con Liberia ya son 27 los países africanos que prohíben la MGF desde que el Parlamento de la Unión Africana (de carácter consultivo y no jurídico) ratificó en 2016 la prohibición de la ablación en todo el continente. Pero su práctica continúa al menos en una veintena de países de la franja del Sahel, desde Somalia hasta Senegal. La misma Somalia tiene el triste honor de tener un altísima tasa de mutilaciones, un 98%. Su constitución lo prohíbe, pero sus leyes no han ratificado la prohibición expresa sobre la Mutilación Genital Femenina.
Nos lo explicaba hace unos años Fardhosa Mohamed, enfermera y activista somalí afincada en Kenia, invitada a Barcelona para participar en la Muestra de Cine Salud, derechos, acción de 2013, en la que proyectamos el documental The day I will never forget de Kim Longinotto, y que ella protagoniza
Pero hay otros casos positivos como el de Burkina Faso. En 1991, Burkina Faso modificó su Constitución para adaptarla a la Declaración Universal de Derechos Humanos, garantizando la igualdad entre las personas, sin discriminación de ningún tipo. Desde 1996 cuenta con una legislación específica que penaliza su realización, con penas mayores para el personal sanitario o paramédico, o por ser cómplice de la práctica de la MGF.
Legislación específica en España contra la Mutilación Genital Femenina
España acaba de incluir a las víctimas de Mutilación Genital Femenina dentro de la categoría de Víctimas de Violencia de Género, y las equipara y ampara dentro del mismo programa de protección.
En España se empezó a detectar la Mutilación Genital Femenina en los años ochenta debido a la reagrupación familiar de los emigrantes subsaharianos. Comienzan a llegar las mujeres con los hijos y todas las niñas que venían de África estaban mutiladas. Se empieza a plantear la necesidad de una legislación contra esa forma de violencia, y desde el año 2003 el Código Penal recoge la mutilación como delito específico con penas entre seis y doce años. A partir de ahí es cuando algunas familias aprovechan las vacaciones para practicárselo a sus hijas en sus países de origen. Es entonces cuando se establece un protocolo de actuación trabajando con grupos y mesas locales que tienen la responsabilidad de identificar las niñas que pueden estar en riesgo. Si se detecta riesgo tras una entrevista con la familia, ésta información se traslada al juez. El juez tomará las medidas oportunas, incluso prohibiendo viajar a la niña y haciendo firmar a los padres un documento que queda colgado en el historial clínico de la niña.
Por fortuna, las sociedades cada vez están más sensibilizadas a legislar contra esa forma de violencia y a erradicar la creencia de que es una práctica necesaria para conseguir un buen matrimonio, pues las niñas que son sometidas a estos procedimientos son vistas como ‘puras y limpias’.
Teresa Rosario Velasco
medicusmundi