Desde hace tiempo se reconoce que los accidentes de tráfico, por su frecuencia y sus graves consecuencias físicas, psicológicas y sociales, constituyen un grave problema de salud pública. Pero no ha sido hasta hace muy poco que la OMS ha reconocido, en uno de sus informes, que la violencia física o sexual es un problema de salud pública que afecta, en algún momento de sus vidas, a más de un tercio de las mujeres del mundo.
Se trata del primer estudio sistemático de datos mundiales sobre violencia contra las mujeres, que se traduce en impactos sobre la salud como muerte, lesiones, depresión, alcoholismo, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados, abortos o bebés con bajo peso al nacer. Damos la bienvenida a este reconocimiento y esperamos que contribuya a mejorar la prevención del problema y la atención a las víctimas, destinando para ello los recursos necesarios