Ayer, 10 de diciembre, era el Día Internacional de los Derechos Humanos. Un día con poco a celebrar y mucho por lo que luchar, porque de una declaración de intenciones firmada en 1948 por casi todos los países, ninguno de los derechos que recoge está garantizado, respetado y protegido en todo el mundo. Y el derecho a la salud y a una vida digna es uno de ellos.
Una evidencia de ello es la diferencia en la esperanza de vida de una persona según donde vive. Los datos sobre desigualdad nos muestran resultados sorprendentes: en la ciudad escocesa de Glasgow, en el barrio de Calton (uno de los más pobres) la población tiene una esperanza de vida de 54 años, 8 años menos que en la India.
Y en nuestro país, los datos más extremos hablan de una diferencia de 20 años entre diferentes barrios de la ciudad de Barcelona.
No os perdáis el nuevo artículo que publicábamos ayer en el blog # LaPitjorEpidèmia en Sentit Crític, escrito por la periodista Laia Altarriba, con el asesoramiento de Joan Benach de GREDS-Emconet.
Lee el artículo completo AQUÍ (en catalán).