En 1963, cuando medicusmundi todavía era “Ayuda médica misional” (nombre que cambiaria rápidamente por el actual al unirse a Medicus Mundi Internacional) se recogieron fondos y se compró un Land Rover para el Hospital de la Misión de Logbikoy, en Camerún, que gestionaban un grupo de catalanes de Agermanament. Esta sería la primera acción oficial de medicusmundi, el primer “proyecto”.
Unos años más tarde, en 1966, la creación del Hospital de Ngovayang, en la misma zona, se convirtió en el “primer objetivo nacional” de medicusmundi en toda España, y sólo un año más tarde, con la colaboración de Agermanament, estaba en funcionamiento un hospital con 40 camas, laboratorio, maternidad y personal formado para atender a los pacientes, muchos de ellos pigmeos, excluidos hasta entonces de los servicios sanitarios.
El Dr. Salvador Cortadellas, uno de los fundadores de medicusmundi, fue también uno de los precursores del hospital, en el que su hija, la doctora Maria Antònia Cortadellas, trabajaría una buena temporada, junto a las enfermeras Ramona Armengol, Pepa Selma, Mercè Tena y Marta Sellarés y el Dr. Fernando Asuero, entre otros, tal y como nos explicó Maria Antònia en junio, en las celebraciones del 50 aniversario de medicusmundi, recordando emotivas anécdotas vividas en aquellas tierras, que marcarían el devenir de su familia y el de medicusmundi.
En las pasadas Navidades, Maria Antònia, Tònia para los amigos, regresó a Camerún, esta vez acompañada por sus hijos y nietos, para visitar un país que seguro ha sido el protagonista de muchas reuniones familiares todos estos años. En estas líneas ella y su marido Tomeu nos explican cómo han vivido todos juntos un viaje tan especial.
VIAJE FAMILIAR AL CAMERÚN
Los quince días en Camerún con la familia han sido muy interesantes para todos. Para los cuatro nietos (de 9 a 5 años) ha sido todo un universo nuevo, encarado al inicio con respeto y prudencia, pero rápidamente transformado en la alegría de compartir juegos y risas con los de su edad y también con sus adultos, muchos de ellos amigos de los abuelos. Los ratos de jugar, de bailar, de observar a los pequeños chimpancés libres, de ver árboles y flores de formas peculiares, las estrellas tan de cerca y tan grandes, las montañas, el herrero forjando unas anillas, comprender como crecen las ananas (piñas) y poder recolectarlas, saborear comidas diferentes y adoptando rápidamente el plátano frito, los cacahuetes, el ñam con salsa y sobre tofo las gambas de Kribi! Han encontrado un poco demasiado largos los calurosos desplazamientos, les han sobrado los mosquitos y alguna noche incómoda.
Para los hijos interesante descubierta de los sitios del sur de Camerún donde trabajaron sus padres junto con los amigos de Agermanament: Duala y Yaundé que hoy son inmensas ciudades caóticas y ruidosas, Kribi al lado del mar con sus playas relajantes, Ngovayang bastante bien conservado, con su gent, los pigmeos, los enfermos, los amigos cantando y bailando durante la misa del día de Navidad, la escuela de sordos en Eseka y Joan Hibog, el proyecto A MÀ en Botmakak, el equipo de ASAFRO comiendo en casa de Charles Kooh… En un tren muy ruidoso llegamos a otra parte del país, otro panorama que descubrimos todos juntos guiados por Abdul, un joven muy simpático, organizado, atento, responsable y con muy buenos contactos con la gente de los pueblos que visitamos (mafás, dowayos, dupá, mbororo, fulbes…). El impacte del viaje pide un tiempo de reflexión y el compromiso se irá precisando con el tiempo.
Para nosotros, padres y abuelos del grupo, ha sido un viaje diferente. A pesar de muchos sitios visitados nos eran familiares, la diferencia ha sido el hecho de estar acompañados de nuestros descendentes. La gente agradecía que los hubiéramos llevado a todos hasta allí para visitarles y ver quien eran y como y donde vivían.
Visitar la región de Poli con los hijos y nietos, un espacio que no conocíamos, fue muy enriquecedor, sus comentarios y preguntas enriquecían aún más la descubierta. Ver vivir felices a los dupá en la montaña, sólo con lo mínimo esencial, es un serio espejo que nos hace como nosotros nos complicamos la vida cargados de tantas cosas. Un buen tema y un buen sitio para empezar un nuevo año. Hemos regresado muy contentos de cómo se ha materializado, con la colaboración de todos, este viaje familiar que un día soñamos hacer.
SOKO ! SOKO ! SOKO! *
Tònia y Tomeu
22 diciembre 2013- 5 enero 2014
* quiere decir gracias en la lengua de los dupá, pueblo animista residente en las montañas de Vokre, donde viven de manera muy tradicional.
- Maria Antònia Cortadelles i el primer Land Rover
- Vistant tota la família Ngovayang, 2013
- Maria Antònia i família a Ngovayang, 2013
- Dr. Cortadellas a Ngovayang
- Hospital de Ngovayang, 1967