Desde la infancia, la mayoría no aprendemos mucho sobre cómo se construye la propia salud.
Tampoco hemos aprendido cuáles son sus dimensiones, ni hemos estudiado, por ejemplo, el poder que la comunidad – amigos, equipo, vecinos – como red afectiva, tiene sobre nuestra salud. Pocas veces hemos hablado en la escuela de cómo nos puede afectar la ecología cercana o las heridas de un territorio.
Además, muchas personas no tenemos integrado como la salud depende de elementos que van más allá de la genética y los estilos de vida: hay cuestiones históricas, políticas y sociales, a menudo invisibilizadas, que determinan en gran medida la experiencia de habitar en nuestro planeta.
Si no nos sabemos el principio del cuento, ni siquiera del nuestro propio, es difícil que luchemos para llegar a desenlaces más justos de cara a poblaciones desconocidas, más extrañas y lejanas todavía.
Esta cuestión se ha puesto en evidencia de manera muy cruda ante las desigualdades generadas por la situación pandémica de los meses pasados debida al COVID-19 y la impasividad de los pueblos opulentos del norte global. Los roles de poder globales han impuesto derivas anarco-capitalistas que se han sumado al patriarcado imperante y al colonialismo, así como a la crisis climática, los conflictos y la desigualdad de género, afectando a la salud de unas personas más que a las de otras.
En definitiva, y como ya sabréis, hemos configurado un mundo donde tu código postal habla más de tu salud que tu código genético o tus hábitos de vida, y esto es una realidad injusta.
Bajo este diagnóstico, en los últimos años Medicusmundi Mediterrània ha optado por fortalecer la colaboración con las universidades como eje fundamental. En este paso, y siguiendo la estela del Estudio-investigación sobre enfoques de salud global, derecho a la salud y Determinantes sociales de la salud en la formación en universidades españolas de la Federación de Asociaciones de Medicus Mundi España (FAMME) del año 2020, pretendemos dejar atrás las clásicas colaboraciones puntuales para emprender cambios estructurales dentro de los espacios de educación formal superior hacia la transformación a medio y largo plazo.
Así, con la promoción del activismo por un lado y la incidencia curricular por otro, estamos decididas a construir espacios en el seno de las universidades del territorio mediterráneo, para contribuir a crear una ciudadanía global crítica, políticamente activa y socialmente comprometida con un desarrollo humano justo y equitativo.
Desde esta perspectiva y tras el éxito de la primera edición, presentamos el Segundo Encuentro de Activismo, Cuidados y Salud Global en la UIB como un punto y seguido de este camino. Con ellas seguimos apostando de nuevo por el activismo (resiliente, compasivo, radical, formado y autoorganizado) de los cuidados colectivos, ya que la revolución desde los cuidados, además de ser el único camino posible, es el camino más funky y estimulante.
Y es que secuestrados y anulados los espacios hegemónicos de construcción de contra-relato y contra-cultura en las ciudades, transitamos una época en la que necesitamos más que nunca que los activismos de la comunidad universitaria aporten rigor y creatividad a partes iguales a la hora de imaginar otros mundos posibles y se conecten con movimientos sociales, sindicatos, cooperativas y todo tipo de proyectos que desafíen una manera única de mirar las relaciones con uno mismo, con su comunidad y con su entorno.
En las jornadas que se proponen este año hemos aumentado la presencia del tejido asociativo balear. En ellas partiremos de la observación de nuestros privilegios, trataremos de entender cómo afectan las dimensiones relacionales y territoriales a nuestra salud y cómo ésta se construye desde el punto de vista social y global. También veremos cómo podemos sembrar una semilla para comenzar un proyecto de activismo o para dar la vuelta a las realidades que sentimos injustas.
Sólo así, entendiendo la centralidad de los activismos en la transformación ecosocial y el papel ineludible de los cuidados colectivos, podremos adquirir herramientas de transformación colectiva eficientes y saludables para defender el derecho a la salud más allá de la frontera más gruesa, esto es, nuestra piel, y caminar juntas hacia la justicia global.
Hoy, más que nunca y menos que mañana, hacen falta más manos y cabezas, y muchos más corazones.
¡Seguimos con amor y rebeldía!
Atuk Iturregui
Coordinador Tècnic a les Illes Balears
medicusmundi mediterrània