El 22 de marzo se celebra el #DiaMundialAigua, desde que en 1993 la Agenda 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas para el medio ambiente y el desarrollo de Rio Janeiro propuso esta fecha. El agua es un elemento imprescindible para la vida en el que no todas las personas tienen acceso de manera segura. Según datos de la OMS, 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, y por lo tanto se han desplazarse a fuentes lejanas y hacer largas colas para abastecerse. Normalmente son las mujeres y las niñas las encargadas de esta tarea, que les resta horas de estudio e, incluso en muchos casos les impide ir a la escuela. 1800 millones de personas consumen agua de fuentes contaminadas por materia fecal, poniendo en peligro su salud (contrayendo cólera, tifus, disentería, polio). El 80% de las aguas residuales en el mundo, vuelven a ecosistemas sin ser tratadas ni recicladas… Toda esta falta de servicios de agua potable y saneamiento causa alrededor de 842.000 muertes al año.
Pero el problema del acceso al agua no es exclusivo de los países empobrecidos. También en los países más desarrollados económicamente plantea problemáticas, sobre todo en relación a su tratamiento y distribución. En Cataluña, por ejemplo, más de un 80% de la ciudadanía es abastecida por empresas privadas con ánimo de lucro. Más concretamente, un 80% de estas empresas privadas forman parte de la multinacional AGBAR, como denuncia la plataforma «Agua es vida» en su manifiesto de este año. Así pues, un bien público y esencial para la vida como el agua se privatiza y mercantiliza.
La lucha por el derecho al agua en el mundo es una de las muchas luchas que hemos explicado y compartido en la muestra de cine y salud «Salud, derechos, acción» (de la que estamos preparando la 11ª edición para el otoño), proyectando documentales como «Water first» y visibilizando asociaciones que luchan por este derecho como Fresh Water. Porque agua y salud son un binomio indisociable, y evidentemente no podemos hablar de los determinantes sociales de la salud sin prestar atención al acceso a este bien natural. Seguiremos trabajando en los proyectos a de cooperación y en las campañas de sensibilización e incidencia en la defensa de este derecho humano fundamental, porque «Agua es vida».