Hace unos meses, conversando con el Dr. Helder Martins (ex Ministro de Salud de Mozambique), este me comentaba que la Atención Primaria de Salud (APS) no existe en Mozambique. Que a diferencia de los primeros años tras la independencia, el sistema de salud ahora no es más que la suma de una serie de programas desarticulado. Estas afirmaciones también las expuso en público durante el debate que se celebró tras el estreno de “A Luta Continua” en Maputo.
Es, sin duda, una apreciación muy rotunda, pero probablemente bastante acertada, de la situación del sector salud en el país. Lo cierto es que el diagnóstico de la realidad, como ya hemos indicado en otros artículos en este blog, indica que la gran mayoría de recursos financieros y humanos no están al servicio de la APS, al contrario, están al servicio de y para la promoción de programas verticales que distorsionan el sistema y crean inequidades en el acceso a los servicios de salud, dejando a los más desfavorecidos sin la capacidad de ejercer su derecho a la salud. Por otro lado, la dinámica macroeconómica del país, basada en la economía de mercado con la industria extractiva como eje central, alimenta desigualdades en un país ya de por sí muy frágil.
Desde medicusmundi planteamos una estrategia que pretende hacer la APS realidad en Mozambique, basada en el fortalecimiento, la promoción y la defensa de la APS. Pero, ¿se puede defender algo que no se tiene?
Aquellos que participamos en los movimientos de defensa de los derechos humanos sociales, como es la salud, nos enfrentamos a obstáculos y desafíos enormes. La globalización de los derechos humanos, de los derechos sociales, va muy por detrás de la globalización del capital. En este sentido, puede resultar hasta “lógico” pensar que las fuerzas que pretenden convertir la salud en un bien de consumo y no en un derecho nos ganen la partida en muchos lugares del planeta, especialmente en países jóvenes y con ganas de apertura, como es el caso de Mozambique. El sector privado lucrativo y no lucrativo se expande en busca de nuevos mercados.
Lo cierto es que Mozambique no puede luchar por evitar que le quiten avances como la cobertura universal, porque nunca la ha logrado. No puede luchar por evitar que privaticen muchos servicios en determinadas áreas rurales, pues en realidad, tales servicios no existen. Y así podríamos dar una larga lista. Pero sí puede luchar por un ideal que contribuirá a que el derecho a la salud sea efectivo: un sistema de salud público, con cobertura universal y basado en los principios de la Atención Primaria en Salud. Y la ventaja con la que contamos es que aquellas personas e instituciones que luchan por este ideal no están solas. Además, la historia y los impresionantes resultados para la mejora de la calidad de vida que ha garantizado la APS en muchos países están de nuestro lado.
La crisis financiera mundial ha sido la última excusa para atacar de nuevo a los sistemas públicos de salud, y la APS ha sido una de las principales víctimas. En muchos países europeos se han producido recortes en los presupuestos públicos, afectando directamente a la calidad y cobertura de los servicios de salud de gran parte de la población. Los avances logrados durante décadas de lucha para conseguir que la salud sea un derecho al alcance de todos y todas se están desmoronando en tan sólo unos años.
Vemos como lo conseguido se desmonta “en el norte” y lo que está por conseguir en materia de derecho a la salud para todos y todas “en el sur” nos dicen que no es posible. Nos hacen creer que no hay más opción que consolidar “modelos paralelos” en el mismo país, en resumen, calidad y cobertura para ricos y sistema básico y precario para pobres.
No cabe duda que hay que sumar esfuerzos de forma global, y en este sentido, está claro que sí se puede defender algo que no se tiene pero que se ha demostrado que funciona en otras latitudes. Se puede defender una utopía, un sueño que sí se ha logrado en otros países (evidentemente, adaptado a la realidad del país) y que sabemos que es lo que necesitamos en Mozambique. Podemos hacer nuestro ese sueño, y podemos hacerlo realidad.
Una de las principales funciones del futuro Instituto de la Atención Primaria en Salud en Mozambique será el trabajo con la población, con la sociedad civil, con las organizaciones de base y con todas aquellas que quieran sumarse a esta lucha, para hacer efectivo y real el derecho a la salud de la población. En este contexto, ya se han firmado acuerdos de colaboración con instituciones como el IESE (Instituto de Estudios Socio Económicos de Mozambique) o con mecanismos de coordinación de organizaciones de la sociedad civil mozambiqueña como el MASC (Mecanismo de Apoyo a la Sociedad Civil), para poner en marcha campañas de defensa de la salud pública y para hacer incidencia en las políticas públicas, en el gobierno y sus principales donantes. También estamos colaborando con otros movimientos de defensa internacionales que seguro que pueden enseñarnos buenas prácticas.
Creemos que hay que poner en la calle el debate sobre el modelo de salud que está construyendo Mozambique, y creemos que hay que defender la alternativa más eficaz y eficiente para asegurar la salud para todos y todas: la Atención Primaria de Salud en el marco de un sistema público de calidad.
En resumen, la Atención Primaria será una realidad cuando se fortalezcan las políticas y servicios en esta línea, cuando se promuevan sus valores a través de la docencia y de la investigación, y cuando se defienda activamente su aplicación de la mano de la población.
Ivan Zahinos Ruiz
Director de Proyectos de Cooperación de medicusmundi Catalunya