Maria Angélica Toro Rojas, coordinadora de proyectos de medicusmundi en Riberalta
Maria Angélica Toro Rojas, coordinadora de proyectos de medicusmundi en Riberalta
La mejor manera de luchar contra las enfermedades es previniéndolas: cuidarse para mantener el cuerpo saludable es la mejor estrategia para afrontar las adversidades. Pero esta posibilidad no está al alcance de todo el mundo. Pueden intervenir diversos condicionantes, ya sean propios del entorno natural en el que se vive, ya sean económicos, sociales o culturales.
La desnutrición es un claro ejemplo. Según los últimos datos de la OMS, recogidos en 2014, en el mundo hay aproximadamente 462 millones de adultos con insuficiencia nutricional y, por otro lado, 1.900 millones con sobrepeso u obesidad. La desnutrición afecta especialmente a la población infantil, hecho que provoca que su desarrollo no sea óptimo y eso condicione su salud de por vida. La desnutrición es la causante del 45% de las muertes en niños y niñas menores de 5 años.
La desnutrición es la causante del 45% de las muertes en niños y niñas menores de 5 años.
La lucha contra este fenómeno es uno de los pilares de los proyectos de Medicus Mundi y, por lo tanto, tenemos la oportunidad de afrontar el problema sobre el terreno.
Hemos abordado el tema con Maria Angélica Toro, coordinadora de Medicus Mundi en Riberalta, Bolivia.
Allí, ella y su equipo trabajan incansablemente buscando estrategias que les permitan llegar a toda la población y conseguir que la información que les facilitan sea integrada en el día a día de las familias. No es una tarea fácil. Riberalta es la población más importante de la Amazonia boliviana y cuenta con más de 92.000 habitantes. Una población que vive condicionada por la precariedad laboral y la falta de servicios básicos. Es una zona de gran producción agrícola: es la principal productora de almendra amazónica, conocida aquí como nuez de Brasil, y de frutas exóticas, así como de madera y algunos minerales. Pero la mayor parte de esta explotación está destinada a la exportación, hecho que empobrece a la población impidiendo que ésta alcance condiciones de vida sostenibles.
En este entorno se despliega una política de salud pública impulsada por el gobierno llamada SAFCI: Salud Familiar Comunitaria Intercultural. Esta política, basada en un acompañamiento técnico y formación continua en temas de salud, también ha impulsado de manera muy significativa la implicación y participación de la población en la defensa del sistema de salud pública.
Una de las afectaciones de salud más grande contra la que luchan en Riberalta es la desnutrición aguda moderada, que afecta de forma específica a la población infantil. Está relacionada con las enfermedades diarreicas agudas y las infecciones respiratorias que afectan a los niños y niñas menores de cinco años de la zona.
¿Cuáles son las estrategias que se utilizan para abordar el problema? La proximidad y el respeto a las tradiciones son clave en este cometido.
medicusmundi y el personal sanitario de la red municipal de Riberalta, realizan identificación y seguimiento a familias de alto riesgo por malnutrición, que se beneficiarán con huertas de hortalizas, gracias al proyecto financiado por la Generalitat Valenciana.
La proximidad
Conocer a las personas y a sus entornos familiares y comunitarios y también establecer vínculos de confianza permite a los equipos médicos detectar con antelación condicionantes sociales que pueden afectar a la salud de los individuos. Para tener un “mapa” preciso de la situación se despliega la “carpetización”, un procedimiento mediante el cual el personal sanitario dedica parte de su jornada laboral a recorrer las calles de la ciudad visitando a las familias en sus casas. Lejos de ser una tarea censal, permite asentar las bases de un sistema que fundamentará su eficacia en la prevención de las enfermedades y en el refuerzo de la salud comunitaria.
La proximidad no solo se trabaja “a domicilio”. Los espacios en los que la comunidad vive y se relaciona también son un núcleo de actuación y, por lo tanto, los mercados también son un foco de atención de los servicios de salud. En los mercados se despliegan actividades vinculadas a la higiene en la manipulación de los alimentos y se trabajan los hábitos saludables en torno a la alimentación. Hacer este trabajo desde los mercados permite llegar a mucha población y a la vez reforzar el vínculo de confianza con el personal médico.
Se mejoran las huertas de las familias como parte del proyecto de mercados y alimentación saludable. Las familias identificadas como de alto riesgo nutricional, siembran en sus huertas hortalizas para su consumo.
Medicina tradicional y académica
En Riberalta se detectó, como en muchas otras zonas de la Amazonia, que hay un sector de la población que no se siente cómoda con los profesionales de la medicina académica, ya que banalizan o menosprecian sus creencias y tradiciones, muchas de ellas vinculadas a su estado físico y anímico. Esta situación generaba una gran brecha a la hora de acceder a servicios sanitarios y comunitarios. Para hacerle frente, se ha desarrollado un plan de acompañamiento sanitario que integra las dos medicinas, la tradicional y la académica, desde el reconocimiento mutuo y el respeto. Alcanzar este hito ha sido clave para llegar a un público mucho más amplio y conseguir metas sanitarias hasta ahora inabarcables.
No existe una receta o fórmula mágica que funcione en todas partes para alcanzar los objetivos básicos de salud y prevención de enfermedades. Pero tal y como explica Maria Angélica, un ingrediente imprescindible es el empoderamiento y la conciencia de la población de su derecho a tener acceso a un sistema sanitario de calidad y público que vele por el bienestar individual y comunitario. Más allá de los proyectos técnicos que las entidades podemos desarrollar es imprescindible involucrar a la ciudadanía, hacerla partícipe también en los procesos de toma de decisiones. Esta es (o tendría que ser) la base de todo sistema sanitario público para que sea sostenible.
Clara Carbó
La Pera – Comunicació Cooperativa